martes, 7 de octubre de 2014

EL POR QUÉ DEL CAMBIO DE HORA

En los años 60 del siglo pasado, el ministro de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne atrajo a las suecas a nuestras playas con el eslogan 'Spain is different'. Y aunque la sociedad española ha evolucionado desde entonces, lo cierto es que va a contracorriente del resto del mundo en algunos aspectos.
Por ejemplo, los horarios de comidas. En España se desayuna temprano, a la misma hora que en otros países, pero, para desesperación de los hambrientos turistas, el almuerzo no se hace hasta las 14:30 y la cena siempre tiene lugar después de las 21:00. Al otro lado de los Pirineos, Europa come sobre las 13:00, y es raro cenar después de las ocho de tarde. Independientemente de la cultura o el clima, todo el mundo, desde nuestros vecinos los portugueses, hasta en la lejana Nueva Zelanda, parecen tener un ritmo diferente a los españoles.
Franco desfasó el horario respecto al Sol Lo curioso es que no son los españoles los diferentes al resto del mundo, sino sus relojes. En el momento en que el Sol está más alto en el cielo, es decir, a las 12 del mediodía según la hora solar, los relojes españoles marcan las 13:30. Según el astro rey, en España comemos entre la una y las dos solares y cenamos a las 20.30, unos horarios que no difieren tanto con los del extranjero. Es decir, las costumbres alimentarias en España se rigen por el Sol, aunque los relojes oficiales parecen empeñarse en ir a lo suyo. La causa de este desfase horario se remonta a los años de la dictadura, cuando Franco adelantó sesenta minutos los relojes patrios para estar en sintonía con la hora que Alemania había impuesto en todos los territorios ocupados (GMT+1:00). Hasta ese momento, los españoles habían vivido acordes con el horario del meridiano de Greenwich.
 
Es decir, hasta 1942, los relojes españoles marcaban una hora menos que la actual (GMT+0:00), la misma que tienen hoy Inglaterra, Portugal y las Islas Canarias y la que a España le corresponde por su situación geográfica, ya que el meridiano de Greenwich pasa por Castellón y deja prácticamente toda la península al oeste. Más aún, Galicia, la parte más occidental de la península, podría ya adherirse al siguiente huso horario (GMT-1:00). Sus relojes durante el invierno están dos horas adelantados a la hora solar. Las costumbres alimentarias en España se rigen por el Sol, aunque los relojes oficiales parecen empeñarse en ir a lo suyo El pluriempleo de la posguerra Esta incoherencia se intensifica aún más al adoptar el horario de verano. El cambio de hora es una medida controvertida, pero está establecida por una directiva de la Unión Europea y se basa en estudios que aseguran que favorece el ahorro energético. Desde este domingo a las 2:00, cuando en toda Europa los relojes se atrasaron una hora, España ha pasado a estar dos horas por delante del Sol, y hasta tres en Galicia, donde el mediodía solar ocurre después de las 14:30.
Además del huso horario, el pluriempleo durante los años de pobreza de la posguerra también se ha sugerido como origen de las tardías cenas nacionales. Tras la guerra civil, era común tener un trabajo hasta las dos de la tarde, y otro después de comer hasta bien entrada la noche. Aunque el pluriempleo no es común en la sociedad actual, cenar tarde podría ser un vestigio de una época en que sí lo era, de la misma forma que los horarios matinales de la banca y la administración.