martes, 26 de diciembre de 2017

DISTANCIA MÍNIMA Y MÁXIMA A MARTE


domingo, 17 de diciembre de 2017

COORDENADAS GEOGRÁFICAS

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EL ORIGEN DE LOS HUSOS HORARIOS

Cuando el tiempo no tenía una medida universal, los relojes marcaban la hora local siguiendo una única norma: la posición del Sol. Esto hacía que cada viaje o cada cruce de frontera se convirtiera en una aventura para aquellos que debían averiguar cuál era el número de vueltas necesarias que su reloj necesitaba para ajustarse a la hora real de un lugar.
Este ajuste se estimaba en función de la situación del destino: más o menos vueltas si uno viajaba hacia el este o el oeste. En cualquier caso, la ley la imponía el Sol que, allá donde se observase, si se encontraba en el punto más alto marcaba las 12 del mediodía. Un faro de guía para el resto de horas del día.
El método consiguió que, durante años, el mundo se rigiera sin una norma universal. Algo que tuvo validez hasta la llegada del ferrocarril, que hizo que los viajeros y trabajadores comenzasen a ver en el tiempo un problema que dificultaba su capacidad de organización y coordinación.

Una idea de un problema


Fue un ingeniero nacido en Reino Unido quien ideó lo que hoy se conoce como horario universal. Sandford Fleming, que nació hace 190 años, perdió un tren en Irlanda por una confusión en la hora en su billete; donde debía marcar a.m. se podía leer p.m.. En consecuencia, Fleming propuso en 1879 crear un horario que no estuviese ligado a ningún meridiano para así crear un sistema de unificación internacional que permitiese conocer, con exactitud y de forma correcta, la hora en cualquier punto del planeta.
Así, la idea pasaba por usar el meridiano de 180º o meridiano cero como punto inicial para medir el tiempo. Es aquí donde, actualmente, se realizan los cambios de fecha y el primer lugar del planeta donde se hace de día. Por eso, el horario universal se establece en un sistema de 24 horas que, en consecuencia, elimina las franjas horarias. Es decir, en esta medida de tiempo no existe el «ante meridiam» ni el «post meridiam». La única forma de diferenciar el tiempo sería en función del número que marcase el reloj (las 14 horas para la tarde y las 02 horas para la madrugada, por ejemplo).

Greenwich, la guía

El sistema propuesto por Sandford Fleming buscaba crear un sistema para la Tierra que dividiese el mundo en 24 zonas horarias delimitadas por meridianos que irían de norte a sur. Desde Greenwich (Inglaterra), el primero de todos, hacia el este el reloj se adelantaría una hora de forma consecutiva. Y hacía el oeste, restaría.
El mapamundi estaría troceado en zonas horarias (imaginarias), expuso Sandford Fleming. Desde el primero de todos ellos, situado en Greenwich (Inglaterra), el reloj avanzaría una hora hacia el este, meridiano a meridiano, y la restaría hacia el oeste.
Fue en 1884 cuando Sandford Fleming llevó su propuesta ante la Conferencia Internacional del Meridiano, celebrada aquel año en Washington, que aceptó la idea del tiempo universal, pero no la de los husos horarios. No fue hasta 1929 cuando el mundo aceptó, de forma casi unánime (España, por ejemplo, tiene sus relojes adelantados una hora en función del meridiano que le corresponde), este sistema.

China ha perdido el control de su estación espacial y ésta caerá en la Tierra en 2017

En una de esas noticias que parecen más un guión de película de ciencia ficción, China está anunciado que su estación espacial Tiangong-1 caerá en la Tierra en algún momento a finales de 2017, lo que confirma lo que muchos investigadores pronosticaban hace varios meses: China ha perdido el control de su estación.
Como era de esperarse, China ha minimizado el hecho mencionando que la Tiangong-1 ha entrado en una "órbita de descomposición", que traducido significa que la estación está disminuyendo su órbita gradualmente hasta que eventualmente se encuentre con nuestro planeta en algún momento de 2017, donde la parte preocupante es que no se sabe con exactitud ni cuándo ni dónde.

domingo, 3 de diciembre de 2017

“La raza humana tendrá que salir de la Tierra si quiere sobrevivir”

“Merry Christmas”. La emblemática voz metálica del científico más famoso del planeta suena en medio del paseo marítimo de la playa del Camisón, en Tenerife, provocando las carcajadas de los turistas que se arremolinan a su alrededor, susurrándose unos a otros: “Es Stephen Hawking”, a medida que se los iba cruzando por el camino. “Es una broma que suele hacer para que la gente se ría”, explica una de las responsables del equipo que le sigue a todas partes. Hawking (Oxford, 1942) se encuentra en la isla canaria para presentar la tercera edición del festival científico Starmus, que se celebra cada dos años y que en su edición de 2016 reunirá a una docena de premios Nobel entre otras figuras reconocidas de la ciencia, la divulgación y la exploración espacial.

Las leyes de la ciencia bastan para explicar el origen del Universo. No es necesario invocar a Dios"
El físico, recientemente retratado en la oscarizada película sobre su vida La teoría del todo, escribe gracias a un sensor en la mejilla, donde está uno de los pocos músculos que aún puede mover debido a la enfermedad neurodegenerativa que padece. A pesar de contar con varios programas informáticos que le ayudan a agilizar el proceso de escritura, en ocasiones, dicen sus acompañantes, puede tardar dos horas en contestar una simple pregunta. Eso sí, tiene un botón especial para hacer chistes con un solo click.
En la calle, una mujer en bañador le grita “¡gracias por tu sentido del humor, Stephen!”, prueba del carisma del científico, que ha calado en el imaginario colectivo global mucho más allá de los aficionados a la ciencia. Siete personas acompañan al físico en este viaje, entre asistentes, médicos y personal de su confianza, siempre pendientes de su frágil salud de hierro, que le ha mantenido vivo hasta los 73 años “contra todo pronóstico”. Así lo explica en esta entrevista exclusiva con EL PAÍS, que ha tenido ocasión de pasar un día junto a él y al organizador de Starmus, el físico Garik Israelian. Hawking nos habla de la necesidad de conquistar el espacio para sobrevivir como especie, del peligro que supone el desarrollo de la inteligencia artificial o del futuro que les espera a los jóvenes científicos de España.
Pregunta. Tiene una agenda vertiginosa de viajes, conferencias, entrevistas, festivales… casi como una estrella de rock. ¿Por qué lo hace?
Respuesta. Siento el deber de informar a la gente sobre la ciencia.
P. ¿Hay algo que le gustaría hacer en la vida y que aún no ha hecho?
R. Viajar al espacio con Virgin Galactic.

A un científico joven español le diría que se vaya a Estados Unidos. Allí valoran la ciencia porque se amortiza con tecnología"
P. Uno de sus últimos libros se centra en la teoría del todo, que uniría la relatividad y la física cuántica. ¿Sobre qué tratará el siguiente?
R. Puede que mi nuevo libro trate sobre mi supervivencia, en contra de todo pronóstico.
P.  España, al igual que otros muchos países, ha visto cómo se recorta el presupuesto para la ciencia, y muchos científicos jóvenes han tenido que emigrar para encontrar trabajo. ¿Qué le diría a un joven español que esté planteándose ser científico?
R. Que se vaya a Estados Unidos. Allí valoran la ciencia porque se amortiza con tecnología.
P. Recientemente puso en marcha una iniciativa muy ambiciosa para buscar vida inteligente en nuestra galaxia. Sin embargo, hace unos años dijo que sería mejor no establecer contacto con civilizaciones extraterrestres, porque podrían llegar a exterminarnos. ¿Ha cambiado de opinión?
R. Si los extraterrestres nos visitaran, el resultado se parecería mucho a lo ocurrido cuando Colón desembarcó en América: a los nativos americanos no les fue bien. Estos extraterrestres avanzados podrían convertirse en nómadas, e intentar conquistar y colonizar todos los planetas a los que pudiesen llegar. Para mi cerebro matemático, de números puros, pensar en vida extraterrestre es algo del todo racional. El verdadero desafío es descubrir cómo podrían ser esos extraterrestres.
En cierto modo mi discapacidad ha sido una ayuda. Me ha liberado de dar clases o participar en aburridos comités y me ha dado más tiempo para pensar e investigar"
P. Hace poco dijo que la información puede sobrevivir a un agujero negro. ¿Qué significa eso para el ciudadano medio?
R. Caer en un agujero negro es como precipitarse por las cataratas del Niágara con una canoa: si remas lo suficientemente rápido, puedes escaparte. Los agujeros negros son la máquina de reciclaje definitiva: lo que sale es lo mismo que entró, pero procesado.
P.  En el año 2015 la teoría de la relatividad general cumplirá cien años. ¿Qué le diría a Albert Einstein si pudiese hablar con él, y qué espera de esa ciencia en los próximos cien años?
R. Einstein escribió un artículo en 1939 en el que afirmaba que la materia no podía comprimirse más allá de un cierto punto, descartando la posibilidad de que existiesen agujeros negros.
P. ¿Por qué cree que deberíamos temer la inteligencia artificial? ¿Es inevitable que los humanos creen robots capaces de matar?
R.  Los ordenadores superarán a los humanos gracias a la inteligencia artificial en algún momento de los próximos cien años. Cuando eso ocurra, tenemos que asegurarnos de que los objetivos de los ordenadores coincidan con los nuestros.
Creo que todo el mundo puede, y debe, tener una idea general de cómo funciona el universo y de nuestro lugar en él
P. ¿Cuál cree que será nuestro destino como especie?
R. Creo que la supervivencia de la raza humana dependerá de su capacidad para encontrar nuevos hogares en otros lugares del universo, pues el riesgo de que un desastre destruya la Tierra es cada vez mayor. Así las cosas, me gustaría despertar el interés del público por los vuelos espaciales. He aprendido a no mirar demasiado adelante, a concentrarme en el presente. Aún hay muchas más cosas que quiero hacer.
P. ¿Qué le diría al presidente del Gobierno español, que ha aprobado grandes recortes a la ciencia en los últimos años?
R. Los españoles tienen mucho interés en la ciencia y en la cosmología. Han sido grandes lectores de mi libro Breve historia del tiempo. Es importante que todos tengamos buenos conocimientos de ciencia y tecnología. La ciencia y la tecnología están cambiando drásticamente nuestro mundo, y es fundamental asegurarse de que esos cambios se producen en las direcciones correctas. En una sociedad democrática, eso significa que todos tenemos que tener unos conocimientos elementales sobre ciencia, de manera que podamos tomar nuestras propias decisiones con conocimiento de causa y no dejarlas en manos de expertos.
Los ordenadores superarán a los humanos en los próximos cien años. Cuando eso ocurra, tenemos que asegurarnos de que sus objetivos coincidan con los nuestros" 
Por supuesto, hay que simplificar. La mayoría de la gente no tiene tiempo para dominar los detalles puramente matemáticos de la física teórica. Pero creo que todo el mundo puede, y debe, tener una idea general de cómo funciona el universo y de nuestro lugar en él. Esto es lo que he intentado transmitir en mis libros y en mis conferencias.
P. ¿Cree que se puede ser un buen científico y creer en Dios?
R. Utilizo la palabra "Dios" en un sentido impersonal, igual que hacía Einstein, para referirme a las leyes de la naturaleza.
P. Usted ha dicho que no hace falta Dios para explicar el Universo tal como es. ¿Piensa que algún día los seres humanos abandonarán la religión y a Dios?
R.  Las leyes de la ciencia bastan para explicar el origen del Universo. No es necesario invocar a Dios.
P. Muchas personas tienen que usar silla de ruedas a causa de enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica y muchas otras. A menudo se enfrentan a numerosas dificultades para llevar una vida normal. Por ejemplo, no pueden viajar en avión en sus propias sillas de ruedas [Hawking suele viajar en barco]. Puesto que usted mismo ha experimentado esas dificultades, ¿tiene algún mensaje para ellas sobre la vida y cómo vivirla?
R. A pesar de que he tenido la desgracia de sufrir una enfermedad de la neurona motora, he sido muy afortunado en prácticamente todo lo demás. Tuve la suerte de trabajar en física teórica, uno de los pocos campos en los que la discapacidad no era un obstáculo serio, y de que me tocase el gordo con la popularidad de mis libros. Mi consejo para otras personas con discapacidades sería que se concentrasen en cosas que su minusvalía no les impida hacer bien, y que no se lamenten por aquellas con las que interfiere.

He aprendido a no mirar demasiado adelante, a concentrarme en el presente. Aún hay muchas más cosas que quiero hacer"
Todo está en la mente. Tengo que admitir que, cuando no sigo el hilo de una conversación, suelo sumirme en reflexiones sobre física y agujeros negros. De hecho, en cierto modo mi discapacidad ha sido una ayuda. Me ha liberado de dar clases o participar en aburridos comités, y me ha dado más tiempo para pensar e investigar.
P. Muchos científicos de talla mundial, entre ellos 12 premios Nobel, participarán en Starmus 3 para mostrarle sus respetos. Va a ser un acontecimiento histórico. ¿Hay algo especial que quiera ver en Starmus 3?
R. Starmus 3 no trata solo de agujeros negros, campo en el que he realizado un trabajo importante, sino que también abarca la música y el arte. Starmus 3 es el lugar donde la ciencia seria se encuentra con un público más amplio; donde se celebran el pensamiento intelectual, los matices y la complejidad; donde se explora la forma en que trabajan los científicos y donde se fraguan nuevas ideas.