miércoles, 20 de enero de 2016

jueves, 7 de enero de 2016

Cometa Catalina se acerca a la Tierra y será observable a simple vista

Cometa Catalina se acerca a la Tierra y será observable a simple vista
El Cometa Catalina (C/2013 US10) será observable a simple vista desde el 31 de diciembre y su máxima aproximación a la Tierra se producirá el 17 de enero de 2016, cuando pase a 108 millones de kilómetros de distancia de nuestro planeta.

El cometa C/2013 US10, conocido comúnmente como Catalina, visita por primera vez el Sistema Solar, y será observable a simple vista en los próximos días, según ha informado el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC).

Una de las particularidades de este cometa radica en que, si bien que permanecía en la Nube de Oort, una nube esférica que rodea el Sistema Solar a una distancia aproximada de un año luz del Sol, su trayectoria cambió debido a un “empujón gravitatorio” causado por el paso de alguna estrella cercana, redirigiéndolo hacia la parte interior de nuestro sistema.

“Es un vagabundo que lleva en sus entrañas información de la génesis de nuestro sistema solar, y nosotros sólo dispondremos de dos meses para intentar conocerlo”, explica el IAC, cuyos telescopios ya apuntan al cielo para ‘cazarlo’ cuando pase cerca de la Tierra.

El cometa C/2013 US10 Catalina fue descubierto el 31 de octubre de 2013 por el programa Catalina Sky Survey, y de allí su nombre. Se trata de un objeto proveniente de la lejana nube de Oort, un enjambre de cuerpos helados que rodea las afueras del sistema solar, y el cual es el origen de muchos de los cometas observados. Es la primer incursión de este objeto hacia el interior del sistema solar, ya que antes de ser perturbado e ingresar a la zona planetaria (se estima que alrededor del año 1950) su período orbital era de varios millones de años. Luego de pasar por las cercanías del sol, será expulsado.
La siguiente es una animación que muestra la trayectoria del cometa en los cielos matutinos realizada por el sitio SurAstronómico:
C2013_US10_Catalina_1
El cometa ha pasado por la conjunción con el sol a comienzos de noviembre y su perihelio (mayor acercamiento al sol) el 15 de noviembre, siendo actualmente es observable antes del amanecer y hacia el horizonte este. Aunque desde latitudes australes no es del todo favorable, observadores entusiastas que puedan aprovechar de horizontes despejados podrán disfrutarlo cuando el cometa Catalina siga el arco de su trayectoria mientras emerge del resplandor crepuscular. Con magnitud alrededor de 6 podrá ser visto con un par de buenos binoculares si la transparencia del cielo a baja altura lo permite.

Los especialistas calculan que Catalina tiene una órbita hiperbólica y que, por lo tanto, solo nos visitará una vez para luego abandonar el Sistema Solar después de su paso por el perihelio (máximo acercamiento al Sol).

Para comenzar el año, antes del amanecer del 1 de enero estará ubicado muy cerca de la estrella Arcturus, en Bootes, una oportunidad para localizarlo con facilidad, ya sea ese día o uno o dos días antes y después. En esos momentos el cometa Catalina estará disminuyendo su altura y la observación desde el hemisferio sur se volverá cada días menos favorable. La máxima aproximación a la Tierra se producirá el 17 de enero de 2016, cuando pase a 108 millones de kilómetros de distancia de nuestro planeta.

EL ORIGEN DE LOS NOMBRES DE LOS MESES

Acabamos de comenzar un nuevo año, en este caso bisiesto, así que quiero aprovechar para compartir las etimologías de los nombres de los meses del año.
Enero: quizá sea el más lejano en nuestra lengua, pero el primer mes debe su nombre al dios romano Jano (Ianus), del que nace el adjetivo Ianuarius. Jano era el dios de las puertas (ianua en latín significa “puerta”) y de los cambios, por eso abre y cierra el año, se le representa con dos caras, una mirando al pasado y otra al futuro. En castellano hemos perdido, en la evolución, la relación con esta divinidad: Ianuarius > enero pues desapareció la I inicial, pero se conserva en inglés january o en francés janvier. Hasta en valenciano o catalán se mantiene bajo la forma gener.
Febrero: hace referencia a la fiebre. En Fastos del poeta latino Ovidio se lee, en II, 20 que los padres romanos llamaron februa a los instrumentos de purificación. En latín la fiebre se designa con la palabra febris, en la que se aprecia la raíz *febr-, que da origen al nombre del segundo mes. Era, precisamente, éste un momento de purificación con algunos rituales para tal fin. Además, la fiebre siempre ha tenido un valor purificador, sobre todo para curar los resfriados.
Marzo: Marzo es el mes consagrado al dios de la guerra, a Marte. En latín se le conoce como Mars, Martis, y su adjetivo correspondiente es Martialis o Martius, en nuestra lengua, marcial. Lo conservamos, por ejemplo, en las artes marciales o las marchas marciales. Por tanto Marzo es el mes de Marte y es así porque la campaña militar se iniciaba en este mes, con la llegada del buen tiempo de primavera tras la parada invernal.
Calendario Roma
Abril: Es un mes de etimología dudosa. En latín se llama a este mes aprilis y hay quienes lo hacen derivar del verbo aprire (“abrir”) porque en estas fechas las flores abren con la llegada de la primavera. Estudiosos posteriores lo relacionan con el término etrusco apru- que quieren relacionarlo con el nombre de la diosa Afrodita (Afro – apru). Es verdad que era un mes consagrado a Venus, la Afrodita romana.
Mayo: No es nuestro quinto mes más fácil de nominar que el cuarto. La tradición más extendida lo asocia con la diosa Maya (en realidad es una Pléyade), de donde maius, el nombre latino del mes. Maya pasa por ser la madre de Mercurio. Se relaciona el vocablo maius con la misma raíz de maiestas (“majestad”), maiores (“mayores, antepasados”) y magnus (“magno, grande”). Pero no sabemos la relación que guarda esta divinidad con la época del año.
Junio: Este mes estaba consagrado a la diosa Juno, Iuno en la lengua de Ovidio. Hay quienes lo hacen relacionar con iuniores (“los jóvenes”) por oposición con los del mes pasado, maiores. También el poeta antes mencionado tiene dudas sobre si proviene el nombre del mes del verbo iungere (“unir”). Al fin y al cabo, Juno era la diosa de los matrimonios, la unión por excelencia.
Julio: Toma su nombre de Julio César, pues nació en este mes y antes del cambio se llamaba Quintilis, pues era el quinto mes en el antiguo calendario romano cuando el año comenzaba en marzo.
Agosto: Si Julio es así por César, Agosto lo es por Octaviano Augusto, su heredero y conocido como el primer emperador de Roma, el Princeps. Quiso el azar que Augusto naciera en el mes Sextilis, el sexto; pero fue el Senado, quien a su muerte, lo honró cambiando el nombre del mes de su natalicio por el suyo propio.
Septiembre: ¿Por qué septiembre, que remonta a séptimo, es nuestro noveno mes? Pues como ya se ha dicho porque antes el año comenzaba en Marzo y por eso toda la serie desde septiembre a diciembre tienen el nombre “desviado” dos unidades respecto al calendario moderno.
Octubre: era el octavo, de donde toma su nombre.
Noviembre: el primitivo noveno mes.
Diciembre: Cerraba el año el décimo mes pero al añadir enero y febrero al principio, pues ya sabemos, todos se movieron dos posiciones.