domingo, 2 de noviembre de 2014

EL OBSERVATORIO DEL ROQUE DE LOS MUCHACHOS EN LA PALMA

La historia contemporánea de la Astronomía en Canarias se inicia con las expediciones astronómicas del siglo XIX. El astrónomo británico Piazzi Smyth visitó las islas en 1856 y fue uno de los pioneros en las investigaciones astronómicas desde las Islas Canarias. Demostró por primera vez que los sitios de gran altitud ofrecían claras ventajas para la observación astronómica. Llegó a esta conclusión después de observar a diversos niveles en Tenerife, desde el mar hasta la montaña de Guajara (2.717 m) y Altavista (3.250 m), junto al pico del Teide. Se debe al astrónomo inglés, Charles Piazzi Smyth, el que en la Luna existan unas montañas denominadas Montes de Tenerife y de Pico (Teide). Estas montañas se encuentran entre el gran cráter Platón y el Mare Imbrium, aunque bastante cerca de aquél. Más adelante, en 1910, el astrónomo francés Jean Mascart vino expresamente a Canarias para ver el paso del cometa Halley. Mascart quedó tan satisfecho de las condiciones para la observación astronómica que ofrecían las cumbres de Tenerife que propuso la creación de un observatorio internacional en la Montaña de Guajara. El eclipse total de sol visible desde las islas Canarias en 1959 atrajo la atención de numerosos investigadores y astrónomos, lo que revitalizó la idea de crear un observatorio astronómico en estas islas. En 1960 el profesor Francisco Sánchez (entonces recién terminada su carrera en la Universidad Complutense de Madrid) viene a Canarias para estudiar las condiciones astronómicas de la zona de Izaña, en Tenerife. Pronto prueba que las condiciones son excelentes e inicia la formación del primer grupo de astrofísica español ubicado en la Universidad de la Laguna. Este grupo de trabajo acabara formando el Actual Instituto de Astrofísica de Canarias.