jueves, 1 de septiembre de 2011

VIDA DE LAS ESTRELLAS



Durante millones o miles de millones de años, las estrellas van quemando su combustible nuclear. El tiempo de vida de una estrella es variable. Una estrella mediana, como nuestro Sol, vive unos 10.000 millones de años (en la actualidad se encuentra en la mitad de su ciclo). Sin embargo, las estrellas más masivas viven menos tiempo, ya que queman su combustible mucho más deprisa.

Cuando las estrellas han agotado su combustible nuclear, sufren distintas transformaciones. Su destino depende de la masa y de la composición química inicial de la nebulosa progenitora.

Las estrellas poco masivas, como el Sol, se hinchan hasta convertirse en una gigante roja. Luego expulsan las capas externas, formando una nebulosa planetaria y se enfrían poco a poco, hasta convertirse en una enana blanca. En la fase de gigante roja, la estrella pasa menos tiempo que en su fase tranquila. Por esto se observan menos gigantes rojas que, por ejemplo, estrellas de tipo solar.

Las estrellas más masivas pueden expulsar sus capas exteriores violentamente. Decimos entonces que se ha formado una supernova. Durante la explosión, la estrella supernova brilla más que todas las estrellas de una galaxia. Solo sobrevive el núcleo de la estrella, que forma una estrella de neutrones, un astro de unas decenas de kilómetros de diámetro, pero con una grandísima densidad: una estrella de neutrones podría tener la masa del Sol.

Si la estrella es muy masiva (15 o 20 masas solares), su núcleo puede convertirse en un agujero negro, un objeto tan denso que ni siquiera la luz puede escapar de él.

IMAGEN DE LA EVOLUCIÓN DE LAS ESTRELLAS